La Plataforma PLAnd COVID-19, nacida con el propósito de conectar oferta y demanda de soluciones innovadoras para cubrir las necesidades del sistema sanitario andaluz, suma actualmente cerca de 500 perfiles de entidades con propuestas tecnológicas innovadoras. Además, ha generado un total de 88 acuerdos que se han producido entre las entidades registradas - en su mayoría, empresas- con la administración pública de la Junta de Andalucía y/o el Servicio Andaluz de Salud, y entre las propias firmas y la industria en general.
Un ejemplo del tipo de colaboraciones de éxito surgidas en el seno de la herramienta ha sido el alcanzado por la empresa sevillana AND&OR y la malagueña MasFabEs, que han encontrado intereses compartidos y complementarios.
Puesta en marcha por tres hermanos ingenieros, la actividad de la firma sevillana, ubicada en Palomares del Río (Sevilla), se había centrado tradicionalmente en la automatización de procesos industriales, y pese a tener sólo 150 empleados, contaba con filiales propias en Estados Unidos, Bélgica y China, así como con una larga lista de clientes en más de 50 países de América, Europa, Oriente Medio, África y Asia. No obstante, a finales de enero de este año, y ante la demanda de varios de sus clientes en China, donde la pandemia del coronavirus alcanzaba su punto álgido, And&Or comenzó a trabajar en el diseño de una máquina capaz de producir mascarillas de forma masiva.
Sus clientes chinos les demandaban una máquina que produjese estos elementos de forma más fiable y eficiente a altas velocidades (solución difícil de encontrar en el mercado local). La propagación de la pandemia y la escasez del producto aceleraron el proceso de diseño y fabricación del primer prototipo: un equipo capaz de fabricar mascarillas quirúrgicas de hasta 4 capas de protección (no-tejido) soldadas mediante ultrasonido.
La capacidad de producción de la máquina es un millón de mascarillas semanales. Además, destaca por ser una solución modular y ampliable según la velocidad de producción y el grado de automatización deseados, que cumple con las normativas europeas de seguridad en el trabajo (CE) y los estándares europeos de calidad y durabilidad.
Su director general, Antonio Ortega, señala que la empresa ha trabajado "intensamente en reducir los costes de la máquina para sacar al mercado un producto competitivo, haciendo la inversión amortizable muy rápidamente, de manera que el riesgo a la bajada de la demanda en el medio plazo no afecte a la decisión de nuestros clientes.” Esta empresa mantiene que soluciones como las que han desarrollado demuestran que España "está capacitada para crear un tejido industrial interno, única manera de asegurar el abastecimiento de sus hospitales y ciudadanos sin depender en tan gran medida de un monopolio de fabricantes asiáticos”.
Además de la demanda china, esta empresa llamó la atención de otros inversores andaluces. Es el caso de la firma malagueña MasFabEs, un proyecto de reciente creación llamado a convertirse en uno de los mayores fabricantes nacionales de mascarillas higiénicas y quirúrgicas duales. Con la intención de potenciar la industria y el empleo local, MasFabEs ha realizado la compra de maquinaria especializada a la empresa de ingeniería sevillana con el propósito de poder cubrir la demanda de este producto, asegurando el abastecimiento nacional, facilitando el acceso a la compra y reduciendo la dependencia de fabricantes internacionales.
Las mascarillas higiénicas y quirúrgicas de MasFabEs cuentan con la homologación de la Unión Europea, cumplen con todas las normativas y certificaciones nacionales y se fabricarán bajo estrictas condiciones higiénicas y de seguridad. El proceso de fabricación incorporará una componente denominada “sala blanca”, que consta de ducha de aire, cabina intermedia y un box con rayos UVA con el que se garantiza la esterilización y máxima higiene de la línea de producción.
Desde la empresa aseguran que "el uso de mascarillas quirúrgicas duales, junto con una correcta higiene de manos es la única manera, además del distanciamiento, de evitar el contagio y contener la expansión del virus.”
La puesta en marcha de la fábrica en Málaga también supondrá la creación directa e indirecta de nuevos puestos de trabajo, con una apuesta clara tanto por la producción como por la elección de proveedores a nivel nacional y europeo para cubrir la demanda actual, asegurar el abastecimiento y reducir la dependencia del monopolio de fabricantes asiáticos facilitando el acceso y la compra local a distribuidores, entidades públicas y privadas.
De estas dos compañías surge una colaboración que hará posible la fabricación de mascarillas higiénicas y quirúrgicas andaluzas. El producto contará, además, con una protección adicional antibacteriana y antiviral, gracias a una tecnología desarrollada y patentada por una innovadora firma suiza. Su fábrica quedará instalada en Málaga.